La inauguración del IV Encuentro Internacional celebra la histórica organización de los afectados
Por Victória Holzbach / MAB
La pluralidad de la plenaria indicaba que no se trataba de un encuentro más. Es el momento de hacer historia y continuar el camino sembrado durante décadas en innumerables suelos, por manos de tantos pueblos y en diferentes lenguas y culturas. Los más de 200 delegados, procedentes de los cinco continentes, celebraron este viernes por la tarde (07) la inauguración del IV Encuentro Internacional de Afectados por Represas y Crisis Climática, en Belém, Pará.
Para empezar, Soniamara Maranho, de la coordinación del Movimiento de Afectados por Represas (MAR), dio la bienvenida a las delegaciones y saludó a los aliados políticos y estratégicos presentes en el acto, que «fortalecen el camino hacia la construcción de una sociedad justa, igualitaria y socialista».
Sonia continuó con el anuncio de la construcción del Movimiento Internacional de Afectados porrepresas y Crisis Climática, y explicó que el MAR es un movimiento de base, formado especialmente por mujeres «que quieren construir un proyecto energético popular y una alternativa al sistema capitalista».
«Creemos que la construcción del sujeto afectado nos ayuda a hacer frente al gran capital y a la disputa geopolítica del mundo, donde intentan apropiarse de todo por la rentabilidad. ¡Pero nuestros territorios son de resistencia!», afirmó Soniamara.
«¡Ustedes son muy importantes para Brasil y para el mundo!»
«La afirmación de la Ministra de las Mujeres, Márcia Lopes, se dirigió al Movimiento de Afectados por las Represas en Brasil (MAB) y al MAR, a los que felicitó «por el poder que tienen ambos movimientos.
En la mesa de apertura del encuentro, la ministra destacó especialmente la importancia de las mujeres en la construcción de soluciones frente a la crisis climática, «porque saben cuidar la naturaleza», y asumió que tiene una gran responsabilidad: «Como ministra de las Mujeres, tengo una gran responsabilidad con 110 millones de mujeres brasileñas, de los bosques, los campos y las selvas. Mujeres quebradoras de coco babaçu, recolectoras, del hip-hop, quilombolas, indígenas. Mujeres que están en las calles, mujeres migrantes, mujeres LBT. En definitiva, todas las mujeres brasileñas».
La ministra continuó su discurso alertando sobre la deuda social con los afectados, de «al menos 40 o 50 años», y afirmó que «el MAB siempre ha sido un gran aliado, estudiando, dialogando y haciendo todo lo posible para que los recursos públicos se pongan al servicio de los movimientos sociales en Brasil».
Márcia concluyó destacando las Arpilleras del MAB como signos de la historia, la memoria y las huellas de las luchas y la resistencia de las mujeres en sus territorios. «También del sufrimiento de todas las mujeres que siempre están en el centro del debate cuando hablamos de la crisis climática, de la omisión del Estado y de los desastres naturales», señaló.
Además de otros movimientos e instituciones asociadas al MAB, también participó en la mesa el coordinador general de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab), Toya Manchineri. En nombre de los pueblos indígenas de la Amazonía, saludó a los delegados de los 45 países participantes en el encuentro y recordó la importancia de la articulación de los pueblos en la lucha por los derechos, los territorios y la soberanía popular:
«Nuestra lucha es muy similar y es la misma en la defensa de nuestros derechos y nuestro territorio. Somos socios en la lucha y seguiremos juntos, porque la respuesta somos nosotros. Si no fuéramos nosotros —indígenas, afectados, quilombolas— ¡todo estaría destruido!».
Décadas de resistencia de los afectados
La tarde comenzó con la histórica reanudación de los encuentros internacionales, desde el primero, en Curitiba, pasando por Tailandia y México, hasta llegar a Belém, en este IV Encuentro Internacional de Comunidades Afectadas porrepresas y Crisis Climática.
El momento fue una oportunidad para contemplar la construcción del internacionalismo y la solidaridad entre los afectados de tantos países, además de la confianza construida entre los movimientos y las organizaciones. Este camino permite hoy celebrar nueve años del Movimiento de Afectados por Represas en América Latina y consolidar la construcción del Movimiento Internacional de Afectados por Represas y la Crisis Climática.
Este camino fue destacado por el secretario de Agricultura Familiar del estado de Pará, Cássio Alves Pereira, quien afirmó durante la mesa que «la búsqueda de la mitigación de los impactos del cambio climático está en el ADN del MAB y del MAR». Al analizar la lucha de las poblaciones afectadas en todo el mundo en las últimas décadas, señaló que los afectados son sujetos históricos y ejemplares «en la lucha por la adaptación desde el punto de vista social, medioambiental e incluso en los modos de producción».
Cássio concluyó agradeciendo la organización y la resistencia de los afectados, y destacó que este IV Encuentro Internacional debería arrojar luz a toda la sociedad y a los gobiernos: «Su experiencia debe generar reflexiones y caminos posibles para hacer frente a la crisis climática», concluyó Pereira.
